Casadielles

Tamizamos la harina sobre la mesa. Hacemos un hueco en medio y añadimos la levadura deshecha, la mantequilla, el vino, el aceite y la sal. Amasamos hasta conseguir una masa homogénea que no se pegue a las manos.
 
Extendemos la masa con un rodillo formando un rectángulo y la doblamos sobre sí misma varias veces. La tapamos con un paño limpio y dejamos reposar. 
 
Seguidamente, picamos 300 g de nueces. Añadimos 100 g de azúcar y mezclamos. Añadimos cucharada a cucharada el anís hasta conseguir una masa no demasiado blanda. Extendemos la masa reposada con ayuda de un rodillo lo más fina posible. La cortamos en cuadrados de 10 cm de lado y ponemos una cucharada de la mezcla de nueces en el centro de cada cuadrado. 
 
A continuación, doblamos la masa sobre sí misma dejando el relleno cerrado y sellando los bordes con un tenedor.
 
Ponemos una sartén con aceite al fuego, que no esté muy caliente, y freímos los casadielles. Las secamos con papel absorbente y las espolvoreamos con azúcar.